29 de noviembre de 2010

Para mantener o bajar de peso

La mejor manera de mantener su peso, o bajar de peso, es desarrollar un plan que combina la actividad física regular con un consumo controlado de calorías.

Para bajar de peso...
Decida cuánto peso desea perder. Considere comenzar con una meta inicial de pérdida de 10 por ciento de su peso corporal. Elija un plan de alimentación que elimine suficientes calorías para que pueda perder de una a dos libras por semana. Para asegurarse de estar incluyendo nutrientes suficientes para tener una buena salud, no pierda peso más rápidamente sin la supervisión de un profesional en cuidados de la salud.
500 calorías menos por día = 1 libra perdida por semana
1,000 calorías menos por día = 2 libras perdidas por semana

Si está manteniéndose en su peso actual, pero quiere bajar de peso:
Calcule las calorías. Use esta fórmula para averiguar cuántas calorías está comiendo si se mantiene en su peso actual:
–Multiplique su peso actual en libras por 10. Éste es su número de Calorías Básicas.
–Multiplique su peso actual  por 3 si no es activo, por 5 si es moderadamente activo, o por 8 si es bastante activo. Éste es su número de calorías de actividad.
–Sume sus calorías básicas con sus calorías de actividad. Este total representa el número aproximado de calorías que necesita en un día promedio para conservar su peso actual.
–Si tiene más de 50 años, reste 10 por ciento de su total para ajustar su metabolismo cambiante.
Una vez que sepa cuántas calorías está comiendo ahora, podrá ver cuántas calorías debe eliminar cada día para perder peso.

Una vez que haya alcanzado su peso ideal
...
–Permanezca balanceado. Para mantener su peso, debe balancear su consumo de calorías con la energía que quema. ¡Tan sólo la diferencia de una gaseosa de 12 onzas (150 calorías) versus al menos 30 minutos de caminata activa casi todos los días puede sumar o restar unas 10 libras a su peso cada año!
–Compre inteligentemente. Empiece su control alimenticio en la tienda de abarrotes. Compre teniendo el estómago lleno, use una lista, lea las etiquetas de cada alimento que compre, y evite cualquier alimento que no sea parte de su plan de alimentación elegido.  

Para incrementar su nivel de actividad.
 Encontrar una actividad que realmente le gusta es la clave para practicarla por largo tiempo. Un enfoque consiste en añadir pequeñas actividades a su rutina diaria para crear la cantidad total de ejercicio. (Por ejemplo, use las escaleras en vez del elevador cada día). Llevar un podómetro es una buena manera de medir cuántos pasos da en promedio cada día, y por tanto, cuántos tendría que añadir cada día gradualmente. Algunos expertos en condición física y salud recomiendan dar 10,000 pasos al día. Si no está cerca de dar 10,000 pasos al día, empiece lentamente a aumentarlos.

Y recuerde:
 las dietas de moda no son la respuesta.La atracción de las dietas de moda y de pérdida de peso veloz, viene de la idea de que podemos ser delgados con el menor esfuerzo posible. La mayoría de dietas funcionan al comienzo, generalmente porque los regímenes alimenticios sugeridos le ayudan a eliminar calorías de un modo u otro. Pero las dietas que restringen ciertos grupos de alimentos o prometen resultados no realistas son difíciles, o no saludables, de conservar con el tiempo. Tan pronto como regrese a sus patrones de alimentación habituales, el peso empieza a acumularse. Esto crea el efecto yo-yo de perder y subir de peso.

Fuente: American Heart

24 de noviembre de 2010

Ejercicio y Pérdida de Peso

La clave para controlar el peso es balancear nuestra ingesta de energía (alimentos) y la cantidad de energía que nuestro cuerpo quema (actividad física). Para bajar de peso, usted tiene que quemar más calorías de las que consume.
El ejercicio es una forma clave de hacer esto. Cuando usted hace ejercicio de manera regular, fortalece los músculos. Las células musculares queman más calorías que los adipocitos a lo largo del día, incluso mientras usted está en reposo. Esto ayuda a incrementar el metabolismo.
La cantidad de ejercicio que se necesita para establecer la diferencia en el peso depende de qué tanto come usted y qué actividad está haciendo. Una persona adulta de talla mediana tendría que caminar más de 48 kilómetros (30 millas) para quemar 3,500 calorías, el equivalente a una libra de grasa y aunque esto puede parecer demasiado, usted no tiene que caminar los 48 kilómetros de una vez. Caminar un kilómetro y medio (una milla) al día durante 30 días permite lograr los mismos resultados, siempre y cuando usted no coma más de lo normal.
Si usted consume 100 calorías diarias más de lo que su cuerpo necesita, aumentará aproximadamente 10 libras en un año. Usted podría bajar de peso o mantenerlo a raya haciendo 30 minutos de ejercicio moderado diariamente. La combinación de ejercicio y dieta es la mejor forma de controlar el peso.
EJERCICIO AERÓBICO
El ejercicio aeróbico es el ejercicio en el cual usted está moviendo continuamente un grupo muscular grande como en las piernas, los brazos y las caderas durante un período de tiempo. Su frecuencia cardíaca se hace más rápida y su respiración se vuelve más profunda y más rápida.
Todos los adultos deben hacer 2 ½ horas de ejercicio aeróbico repartidas durante una semana, pero debe hacerse durante al menos 10 minutos a la vez.
Si usted no ha estado activo, empiece lentamente y vaya intensificándolo durante semanas o incluso meses. Caminar puede ser un buen ejercicio para empezar.
Cada semana aumente el tiempo que usted emplea con la actividad, hágalo con mayor frecuencia o agregue una segunda actividad. Usted puede aumentar la velocidad de su actividad o la dificultad de ésta, como subir colinas.
FORTALECIMIENTO
Todos los adultos deben hacer ejercicio para fortalecer los músculos al menos dos días por semana. Estas actividades pueden abarcar flexiones de pecho, abdominales, uso de bandas de resistencia o levantar pesas. Asegúrese de hacer ejercicios que trabajen todas las partes del cuerpo.
Si usted está haciendo un programa regular de entrenamiento de fuerza (levantamiento de pesas), sus músculos se pondrán más grandes. Es posible que su peso total aumente, debido a que el músculo pesa más que la grasa. Sin embargo, su ropa probablemente ajustará mejor y su cuerpo estará más tonificado. Su contextura corporal es un mejor indicador de su salud general que el número en la balanza.
Si se sigue la técnica apropiada, la mayoría de las personas de cualquier edad pueden levantar pesas sin problema. Sin embargo, es importante verificar con su médico antes de comenzar a entrenar con pesas. Igualmente, consulte con un entrenador o instructor personal experimentado antes de empezar un programa de levantamiento de pesas. Esto puede ayudar a prevenir lesiones y la pérdida de la fuerza y la resistencia muscular que ocurren con el reposo en cama y la inactividad.
Busque otras actividades en el hogar que mejoren la fuerza o resistencia, como cultivar un huerto o jardín.
Aquéllos que se están recuperando de ataques cardíacos pueden beneficiarse enormemente de los programas de rehabilitación cardíacos supervisados.

Establecer un compromiso
La decisión de mantenerse en forma requiere un compromiso de por vida con relación a tiempo y esfuerzo. Hacer ejercicio y comer bien se deben convertir en cosas que usted haga sin dudarlo, como bañarse y lavarse los dientes. Usted no tendrá éxito, a menos que esté convencido de los beneficios.
La paciencia es esencial. No trate de hacer demasiado en poco tiempo y no abandone el intento antes de tener la oportunidad de experimentar la recompensa. No se puede ganar de nuevo en unos pocos días o semanas lo que se ha perdido en años de vida sedentaria, pero se puede recuperar si hay perseverancia. El que algo quiere algo le ha de costar.
Beneficios del ejercicio para la salud
El ejercicio regular, incluso caminar, disminuye el riesgo de:
  • Ansiedad
  • Depresión
  • Ataques cardíacos
  • Hipertensión arterial
  • Obesidad
  • Osteoporosis
  • Algunos cánceres
  • Accidente cerebrovascular
El ejercicio igualmente mejora los niveles de HDL (colesterol bueno).
Usted debe verificar siempre con el médico antes de iniciar cualquier nueva forma de ejercicio.
Fuente: MedLine Plus

23 de noviembre de 2010

Hay Alimentos Adictivos para Ciertas Personas

Una investigación parece corroborar lo que algunos científicos intuían y muchos obesos estaban convencidos de sufrir en sus propias carnes: ciertos alimentos son adictivos; y lo son tanto, que su efecto es similar al de las drogas. Sin embargo, esto es verdad sólo para algunas personas, y además hay diferencias importantes con la drogadicción.
El estudio, que fue realizado por un equipo del Departamento de Psicología de la Universidad de Texas (Estados Unidos) dirigido por Eric Stice, va a ser publicado próximamente en The Journal of Neuroscience. El experimento se hizo durante seis meses sobre 26 mujeres con sobrepeso u obesidad.
Durante ese período, se ofreció a las voluntarias dos tipos de batidos: sabrosos y calóricos, o insípidos y sin calorías. Valiéndose de una moderna técnica de imagen (resonancia magnética funcional), los investigadores demostraron que las mujeres que tomaron mayores cantidades de la bebida más sabrosa y calórica, además de ganar más peso, mostraban una menor activación de las zonas cerebrales asociadas al placer derivado de tomar comidas sabrosas.
El resultado, que a primera vista puede parecer chocante, tiene su lógica: las personas que experimentan una menor activación de este centro de placer necesitan consumir más cantidad de comidas sabrosas. Este mecanismo es similar al que funciona con las drogas. Por ello, pueden establecerse ciertos paralelismos entre el comer de forma compulsiva y la drogadicción.
Por ejemplo, en ambos casos se puede llegar a perder el control en la búsqueda de aquello que necesitamos (comida apetecible o drogas). Así, algunos animales siguen comiendo aquello que adoran a pesar de que saben que cada vez que lo hagan sufrirán una descarga eléctrica. También, tanto en la ingesta compulsiva como en la drogadicción se pueden sufrir recaídas tras haber logrado moderar el consumo. Desde el punto de vista neurológico, ambos consumos producen en el cerebro un efecto parecido, al actuar sobre los mismos neurotransmisores, como la dopamina.
Sin embargo, también hay diferencias. Quizá la primera sea la propia naturaleza de las sustancias, ya que la comida es necesaria para la supervivencia, y las drogas no. Por ello, la activación de los circuitos de recompensa también es diferente. Tampoco es igual la facilidad para engancharse: en el caso de las drogas, se estima que en torno a una persona de cada siete que las toman se hace adicta a ellas; para el abuso de las comidas sabrosas, como mucho una de cada treinta.
De cualquier manera, el saber que la comida puede ser adictiva no debe relajar conciencias ni ser un pretexto para no luchar contra la obesidad. Además de que, como se ha dicho, esta adicción sólo afecta a una minoría, en el caso de sufrirla se puede luchar contra ella, buscar ayuda y seguir estrategias compensatorias, como aumentar la actividad física.
Fuente: adelgazar.net

Dejar de Fumar definitivamente