31 de marzo de 2011

Tener menos estrés y dormir mejor podría ayudar a perder peso


Un estudio encuentra que prescindir del equilibrio adecuado puede interferir con los mejores esfuerzos
Traducido del inglés: miércoles, 30 de marzo, 2011
MARTES, 29 de marzo (HealthDay News/HolaDoctor) -- Si desea perder ese peso de más, probablemente deba añadir reducir el estrés y dormir lo suficiente a la lista, aseguran investigadores del Centro de Investigación sobre Salud de Kaiser Permanente, en Portland.
De hecho, aunque la dieta y el ejercicio son la receta usual para bajar de peso, mucho estrés y poco sueño (o demasiado) pueden impedir la pérdida de peso incluso cuando la gente está a dieta, informan los investigadores.
"Hallamos que las personas que dormían más de seis horas pero menos de ocho, y que reportaban los niveles más bajos de estrés, eran las más exitosas en un programa para perder peso", señaló el autor del estudio, el Dr. Charles Elder.
Elder especula que si se duerme menos o más de lo recomendado, y si los niveles de estrés son altos, una persona no se podrá enfocar en llevar a cabo cambios conductuales.
Añadió que esos factores podrían también tener un impacto biológico.
"Si desea perder peso, entre las cosas que le ayudarán están reducir el estrés y dormir lo suficiente", sentenció Elder.
El informe, financiado por los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU., aparece en la edición en línea del 29 de marzo de la revista International Journal of Obesity.
En este ensayo de dos pasos, primero se aconsejó a 472 adultos obesos sobre cambios en el estilo de vida durante un periodo de 26 semanas. Las recomendaciones incluían eliminar 500 calorías por día, comer una dieta rica en frutas, verduras y granos integrales siguiendo la dieta Métodos dietéticos para detener la hipertensión (DASH, por su sigla en inglés), y hacer ejercicio durante al menos tres horas por semana.
Además, los investigadores hicieron a los participantes preguntas sobre el tiempo de sueño, la depresión, el insomnio, el tiempo que pasaban frente a pantallas y el estrés.
Durante esta parte del ensayo, los participantes perdieron un promedio de alrededor de seis kilos (catorce libras). El 60 por ciento de los participantes que perdieron al menos 4.5 kilos (diez libras) siguieron a la próxima etapa del ensayo. Los de la segunda etapa del ensayo continuaron su programa de dieta y ejercicio.
El equipo de Elder encontró que la cantidad adecuada de sueño y la reducción del estrés al inicio del ensayo predecían una pérdida de peso exitosa. Un menor estrés por sí solo predijo más pérdida de peso durante la primera fase del ensayo, agregaron.
Los declives en el estrés y la depresión también fueron importantes en la continuación de la pérdida de peso durante ambas fases del ensayo, al igual que los minutos de ejercicio y llevar diarios de la comida, encontró el grupo de Elder.
El Dr. David L. Katz, director del Centro de Investigación sobre la Prevención de la Facultad de medicina de la Universidad de Yale, dijo que "aunque con frecuencia tendemos a observar una afección de salud a la vez, en realidad la mejor forma de considerar la salud es la integral".
"Las personas que están saludables y son vitales tienden a estar saludables y a ser vitales no debido a un factor en particular, sino a muchos. Y los factores que fomentan la salud, como comer bien, ser activo, no fumar, dormir lo suficiente, controlar el estrés, por mencionar unos cuantos, fomentan todos los aspectos de la salud", añadió.
El estudio muestra que las personas son más propensas a perder peso cuando la falta de sueño, el estrés o la depresión no se lo impiden, aseguró.
"Cualquiera que haya intentado perder peso probablemente hubiera podido decir lo mismo a partir de la experiencia personal. De forma similar, la pérdida de peso redujo el estrés y la depresión. Esto también es sugerido por el sentido y la experiencia común, según afirma la ciencia sobre la que aquí se informa", señaló Katz.
La moraleja es que la pérdida de peso no debe ser considerada desde un ángulo estrecho, enfatizó Katz.
"Mejorar el sueño podría ser tan importante en los esfuerzos duraderos por controlar el peso como modificar la dieta o el ejercicio. Gestionar el estrés es sobre la salud física, además de la mental. Este estudio fomenta la pérdida de peso en un contexto más integral", apuntó.
Otro estudio presentado a principios de mes en las sesiones científicas de la American Heart Association llevadas a cabo en Atlanta encontró que las personas de peso normal comen más cuando duermen menos.
Investigadores de la Universidad de Columbia descubrieron que los adultos privados de sueño comían unas trescientas calorías más por día en promedio que los que dormían lo suficiente. Y las calorías adicionales provenían sobre todo de grasa saturada, lo que puede poner a las cinturas en aprietos.
Los investigadores llegaron a sus conclusiones, que deben ser consideradas como preliminares hasta que se publiquen en una revista reseñada por profesionales, tras dar seguimiento a trece hombres y trece mujeres de peso normal. Observaron los hábitos alimentarios de los participantes mientras pasaban seis días durmiendo cuatro horas por noche, y luego seis días durmiendo nueve horas por noche (o viceversa).
"Si se sostienen, las opciones dietéticas realizadas por personas que duermen poco podría predisponerlas a la obesidad y a un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular", escribieron los investigadores en un comunicado de prensa de la American Heart Association.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Charles Elder, M.D., M.P.H., Center for Health Research, Kaiser Permanente, Portland, Ore.; David L. Katz, M.D., M.P.H., director, Prevention Research Center, Yale University School of Medicine, New Haven, Conn.; March 29, 2011, International Journal of Obesity, online
HealthDay

29 de marzo de 2011

Contar carbohidratos ayuda a los pacientes con diabetes tipo 1

Traducido del inglés: lunes, 28 de marzo, 2011

Por Amy Norton
NUEVA YORK (Reuters Health) - Contar la cantidad de carbohidratos en la dieta ayudaría a las personas que utilizan bombas de insulina para tratar la diabetes tipo 1, según sugiere un pequeño estudio sobre 61 pacientes.
Los autores observaron que los que aprendían a contar los carbohidratos reducía el peso y la circunferencia de cintura a los seis meses, además de mejorar su calidad de vida, al menos quienes controlaban los carbohidratos en cada comida y el nivel de azúcar en sangre.
Los resultados, publicados en internet en Diabetes Care, no prueban que contar los carbohidratos sea la solución para las personas con diabetes tipo 1.
Pero esta práctica es altamente recomendable para calcular mejor las dosis de insulina, indicó Sanjeev Mehta, del Joslin Diabetes Center y la Escuela de Medicina de Harvard, Boston, y que no participó del estudio.
Otras posibilidades son prestar atención al tamaño de las porciones, utilizar "listas de intercambio" y seleccionar los alimentos según el "índice glucémico", una medida de cuán rápido y cuánto aumenta el azúcar en sangre con determinadas comidas.
"No hay pruebas definitivas de la superioridad de uno u otro método en cuanto a la facilidad del uso o del control (del azúcar en sangre)", explicó Mehta a Reuters Health por e-mail.
La diabetes tipo 1 aparece cuando el cuerpo no puede producir insulina, la hormona que regula el azúcar en sangre, por una respuesta anormal del sistema inmunológico contra las células que la producen. Los pacientes deben inyectarse insulina sintética o usar una bomba que administra insulina continuamente a través de un catéter subcutáneo en el abdomen.
El equipo de Andrea Laurenzi, de San Raffaele Vita-Salute, de la Universidad de Milán, reunió a 61 adultos que usaban bomba de insulina. Al azar, aprendieron a contar los carbohidratos con un dietista o formaron parte de un grupo control.
A los seis meses, el grupo que había aprendido a contar los carbohidratos pesaba menos y tenía una circunferencia de cintura menor, posiblemente porque prestaban más atención a la dieta o al ejercicio.
Además, los autores no hallaron un efecto evidente en los niveles de hemoglobina A1C, que es una medida del control del azúcar en sangre en el largo plazo.
Pero cuando se concentraron en los 20 participantes que habían controlado los carbohidratos de cada comida, no hallaron pruebas de un mejor control del azúcar en sangre.
Aun así, Mehta dijo que "la importancia (de ese resultado) es incierta". Consideró también que el estudio tiene en general demasiadas limitaciones como para sacar conclusiones sólidas. De todos modos, destacó que contar los carbohidratos es importante para las personas con diabetes tipo 1.
"Sabemos que el control óptimo (del azúcar en sangre) depende de prestar mucha atención a la dieta, la dosis de insulina y el ejercicio", señaló Mehta.
Para las personas que quieren aprender a contar los carbohidratos, hay libros y recursos online. Pero algunas tienen problemas para poner en práctica el método y, según Mehta, necesitan ayuda profesional, como un dietista o un educador especializado en diabetes.
FUENTE: Diabetes Care, online 4 de marzo del 2011.
Reuters Health

28 de marzo de 2011

El chocolate negro podría tener beneficios para el corazón


Experto señala que a pesar de esta ventaja, el cacao tiene sus riesgos y no anula los malos hábitos de salud
Randy Dotinga
Traducido del inglés: viernes, 25 de marzo, 2011
Imagen de noticias HealthDay
¿Así que por qué no comer una barra de chocolate o dos cada día? Aquí está el problema: los científicos no están seguros de que las desventajas del consumo de cacao, tales como el potencial de obesidad, puedan superar los beneficios.
JUEVES, 24 de marzo (HealthDay News/HolaDoctor) -- Si usted puede manejar bien la grasa y las calorías, puede aprovechar el beneficio para la salud del chocolate negro si lo consume de manera ocasional. Una nueva investigación sugiere que el ingrediente del cacao puede reducir la presión arterial y los niveles de colesterol, mientras que previene la diabetes y mejora la salud de los vasos sanguíneos.
La investigación se basó en el chocolate negro mayormente sin azúcar, y no en el tipo de chocolate que normalmente se encuentra en los estantes de dulces. Los participantes que consumían chocolate, que contiene cacao rico en sustancias conocidas como flavonoides polifenólicos, estaban mejor en varias áreas, incluida la presión arterial. Los niveles de colesterol malo descendían entre los menores de 50 años y los niveles de colesterol bueno aumentaban.
Se tenía previsto presentar los hallazgos, que proceden de un análisis de los datos de 21 estudios de alta calidad que incluían un total de 2,575 participantes, el miércoles en la conferencia de la American Heart Association en Atlanta. Los expertos señalan que las investigaciones que se presentan en reuniones deben ser consideradas como preliminares porque no están sometidas al mismo tipo de escrutinio riguroso que las que se publican en revistas médicas revisadas por pares.
Sigue sin estar claro, apuntaron los investigadores, por qué el chocolate parece tener el efecto que encontraron. Tampoco se sabe qué cantidad necesitan consumir las personas para obtener los beneficios.
Luego está el propio cacao, otra posible complicación.
"La investigación examinó los beneficios del cacao y utilizó un cacao preparado de forma muy específica", apuntó Lona Sandon, profesora asistente de nutrición clínica del Centro Médico Southwestern de la Universidad de Texas en Dallas. "El cacao es un ingrediente del chocolate. La forma en que se procesa el caco hace la diferencia en cuanto a si la bebida o barra de chocolate que lo contiene tendrá o no beneficios para la salud".
"En otras palabras, no todos los chocolates o cacaos son iguales", apuntó.
Aunque consumir chocolate con moderación podría estar bien para muchas personas, según Sandon, hay formas más saludables y mejores de aumentar la salud cardiaca.
"La pérdida de peso es lo mejor cuando se trata de prevenir la presión arterial alta y mejorar la resistencia a la insulina", señaló. "No creo que el cacao tenga el poder de superar los malos hábitos de salud".
Sin embargo, destacó, hay maneras de añadir cacao a la dieta para mantener las grasas y las calorías bajo control, como beber chocolate caliente con leche descremada, usar cacao negro en polvo para coronar un capuchino y usar cacao en polvo en las recetas.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Lona Sandon, R.D., assistant professor, clinical nutrition, University of Texas Southwestern Medical Center at Dallas; presentation, March 23, 2011, American Heart Association Nutrition, Physical Activity and Metabolism Conference 2011 and 51st Cardiovascular Disease Epidemiology and Prevention Annual Conference, Atlanta.
HealthDay

Los malos hábitos alimenticios podrían conducir a la anemia en mujeres mayores


Un estudio halla que con la reducción en el consumo de nutrientes aumenta el riesgo.
Robert Preidt
Traducido del inglés: viernes, 25 de marzo, 2011
Imagen de noticias HealthDay
Los investigadores analizaron datos de 72,833 mujeres mayores en los EE. UU. y hallaron que las deficiencias en más de un solo nutriente se relacionaron con un aumento de 21 por ciento en el riesgo de anemia persistente. El riesgo aumentó en 44 por ciento con las deficiencias en tres nutrientes.
VIERNES, 25 de marzo (HealthDay News/HolaDoctor) -- Un estudio reciente halla que una mala dieta se relaciona con más riesgo de desarrollar anemia entre mujeres posmenopáusicas.
El estudio halló que las mujeres que tenían anemia consumieron menos proteína, folato, vitamina B12, hierro, vitamina C y carne roja que otros. Los resultados aparecen en la edición de abril de la Journal of the American Dietetic Association.
La ingesta inadecuada de nutrientes fue menos frecuente entre los blancos que en otros grupos raciales o étnicos, 7.4 por ciento, frente a 14.6 por ciento de los isleños del pacífico asiático, el 15.2 por ciento de los indígenas estadounidenses y de Alaska, el 15.3 por ciento de los negros y el 16.3 por ciento de los hispanos.
Los investigadores también hallaron que el uso de complementos multivitamínicos y de minerales no re relacionó con índices de anemia más bajos. La edad, el índice de masa corporal y el tabaquismo se relacionaron con la anemia.
La anemia se relacionó con más riesgo de muerte y, "la anemia, en particular la deficiencia de hierro, se ha relacionado con menos capacidad para el trabajo físico y con inactividad física, así como con lesiones relacionadas con caídas y hospitalizaciones, lo que la convierte en una preocupación importante en la atención de la salud para los que envejecen", aseguró en un comunicado de prensa de la revista Cynthia A. Thomson, profesora asociada de ciencias nutricionales de la Universidad de Arizona en Tucson.
Los investigadores concluyeron que "se necesitan esfuerzos para identificar la anemia que podría responder a factores modificables, como la dieta, a fin de mejorar los resultados de salud", concluyeron los investigadores. "Se deben considerar esfuerzos adicionales para evaluar regularmente a las mujeres posmenopáusicas en busca de anemia y se deben acompañar de una evaluación de la ingesta en la dieta para determinar lo adecuado de ingerir nutrientes relacionados con la anemia, como hierro, vitamina B12 y folato", escribieron.
"Aunque el tipo de anemia con frecuencia se designa por una evaluación bioquímica más completa que solo con la hemoglobina, la terapia nutricional para mejorar la densidad general de nutrientes y la calidad de la dieta debe ser un enfoque clínico", aseguró Thomson y sus colegas.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTE: Journal of the American Dietetic Association, news release, March 25, 2011
HealthDay

25 de marzo de 2011

¿Tienen las personas religiosas una mayor tendencia a la obesidad?


Un estudio encontró que asistir regularmente a los servicios religiosos se relacionaba con un mayor riesgo en la mediana edad
Traducido del inglés: jueves, 24 de marzo, 2011
Imagen de noticias HealthDay
El estudio no prueba que asistir a los servicios engorde, ni explica por qué el peso podría relacionarse con la fe. Aún así, el hallazgo es sorprendente, sobre todo si se considera que las personas religiosas tienden a estar en mejor salud que las demás, señaló el autor del estudio Matthew J. Feinstein, estudiante médico de la Universidad de Northwestern en Chicago.
MIÉRCOLES, 23 de marzo (HealthDay News/HolaDoctor) -- Una investigación reciente encuentra que las personas que asisten con frecuencia a servicios religiosos son significativamente más propensas a volverse obesas para cuando llegan a la mediana edad.
"Resalta un grupo en particular que parece estar en mayor riesgo de volverse obesos y quedarse obesos", dijo. "Es un grupo que podría beneficiarse de intervenciones dirigidas contra la obesidad, y de programas para su prevención".
Los científicos han estado estudiando las relaciones entre la conducta religiosa y la salud durante años, y han encontrado señales de que entre ambas hay una conexión positiva. Los estudios sugieren que una mayor participación religiosa, ya sea privada o pública, se relaciona con cosas como una mejor salud física, menos depresión y más felicidad, apuntó Jeff Levin, director del Programa sobre religión y salud poblacional de la Universidad de Baylor.
Pero los investigadores también han encontrado señales de que la gente que asiste a los servicios engorda más. En el nuevo estudio, que será hecho público el miércoles en una conferencia de la American Heart Association en Atlanta, los investigadores deseaban seguir a la gente con el tiempo para ver qué les sucedía. Examinaron un estudio anterior a largo plazo que dio seguimiento a 2,433 personas entre los 20 y los 32 años de edad a mediados de los 80.
La mayoría de participantes eran mujeres y el 41 por ciento eran negros.
Luego de ajustar sus estadísticas para tomar en cuenta factores como la raza, los investigadores encontraron que el 32 por ciento de los que asistían al mayor número de servicios se hicieron obesos para la mediana edad, apuntó Feinstein.
En comparación, apenas el 22 por ciento de los que menos asistían a servicios se volvieron obesos.
¿Qué podría explicar la obesidad entre los que asisten a servicios con regularidad? Hay varias teorías.
Levin dijo que una posibilidad es que los que asisten a los servicios, junto con actividades como el estudio bíblico y los grupos de plegarias, podrían "estar sentados pasivamente en lugar de estar al aire libre en actividad física".
Señaló que además "muchas de las tradiciones culinarias que rodean a la religión no son particularmente sanas. Por ejemplo, los festines constantes de postres tras los servicios o los días de fiesta, el pollo frito, la comida kósher tradicional cocida con grasa de pollo, y cosas así".
Otra pregunta es cómo las personas religiosas pueden ser obesas y seguir teniendo buena salud. Feinstein dijo que el hecho de que menos sean fumadores podría explicarlo.
Sea como sea, dijo, el estudio apunta al papel que los lugares de adoración podrían desempeñar en la reducción de la obesidad.
"Pueden convertirse en parte de la solución", explicó el Dr. Daniel P. Sulmasy, profesor de medicina y ética de la Universidad de Chicago, tal vez al aumentar la concienciación de la obesidad y ofreciendo ferias de salud.
"Los pastores, sobre todo los de vecindarios pobres, podrían abogar por programas para más productos frescos y menos comida rápida en sus vecindarios", añadió Sulmasy.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Matthew J. Feinstein, M.D., medical student, Northwestern University, Chicago; Jeff Levin, Ph.D., professor, epidemiology and population health, and director, Program on Religion and Population Health, Institute for Studies of Religion, Baylor University, Waco, Texas; Daniel P. Sulmasy, M.D., Ph.D., professor, medicine and ethics, University of Chicago; March 23, 2011, American Heart Association Nutrition, Physical Activity and Metabolism Conference 2011 and 51st Cardiovascular Disease Epidemiology and Prevention Annual Conference, Atlanta
HealthDay

Muchas madres y niños obesos subestiman su peso


Un estudio halla que en los lugares en los que la obesidad es algo común muchas personas con sobrepeso podrían parecer normales
Traducido del inglés: jueves, 24 de marzo, 2011

MIÉRCOLES, 23 de marzo (HealthDay News/HolaDoctor) -- Una investigación reciente halla que las personas obesas y con sobrepeso piensan a menudo que su peso es inferior al que en verdad tienen, y muchas madres de niños obesos consideran que sus hijos tienen un peso normal.
El estudio de mujeres y de niños realizado por el Centro Médico de la Universidad de Columbia en la ciudad de Nueva York encontró que una imagen corporal incorrecta era más prevalente entre los participantes que tenían más sobrepeso que en las personas de peso normal.
"Las implicaciones de este hecho es el impacto abrumador de la obesidad en los niños que crecen en comunidades donde la obesidad y el sobrepeso son la norma y no la excepción", apuntó la autora principal Dra. Nicole Dumas, residente médico de la Columbia.
"De alguna manera distorsiona su imagen de lo que consideran como peso normal o saludable", agregó Dumas.
Se pidió las 111 madres urbanas, cuya edad promedio era 39 años, y a los 111 niños que eligieran la silueta que mejor representaba su propio peso corporal. Cerca del 66 por ciento de las madres tenían sobrepeso u obesidad, así como el 39 por ciento de sus hijos, cuyas edades oscilaban entre los 7 y 13 años.
De las madres obesas, sólo el 18 por ciento eligió siluetas que eran obesas, mientras que el 76 por ciento eligió siluetas con sobrepeso. El resto escogió formas normales que representaban su peso corporal. De las mujeres que sólo tenían sobrepeso, poco menos del 58 por ciento seleccionó una silueta con exceso de peso, y casi el 43 por ciento seleccionó una silueta de peso normal.
"Hay datos sobre individuos con sobrepeso que muestran que la percepción del peso corporal es diferente entre aquellos que viven en un área en la que la mayoría de la gente tiene sobrepeso", apuntó Alice H. Lichtenstein, profesora de ciencias de la nutrición y política de la Universidad de Tufs en Boston.
Teniendo en cuenta que nuestra sociedad como un todo acumula cada vez más grasa, señaló, vivir en una cultura en que la obesidad es algo común "afectará nuestra percepción de nosotros mismos y de nuestros hijos".
El sobrepeso es un factor de riesgo para problemas de salud tales como enfermedades del corazón, diabetes y cáncer. La falsa percepción generalizada sobre el peso corporal puede representar otro desafío en la guerra contra la obesidad, señalaron los autores del estudio.
El estudio, que se presentó el miércoles en las sesiones científicas de la American Heart Association, encontró que:
  • El 82 por ciento de las madres obesas y el 43 por ciento de las madres son sobrepeso subestimaban su peso corporal.
  • El 88 por ciento de los niños obesos o con sobrepeso subestimaban su peso, en comparación con apenas el 15 por ciento de los niños de peso normal.
  • El 48 por ciento de las madres de los niños obesos o con sobrepeso pensaban que sus hijos tenían un peso normal.
  • El 13 por ciento de las madres de peso normal subestimaban su peso.
Casi el 80 por ciento de los participantes eran hispanos; el 10 por ciento negros, el 6 por ciento blancos, y un 2 por ciento eran asiáticos, y el resto se identificó como "otros".
Cerca del 66 por ciento de las madres eran obesas o tenían sobrepeso, que es el reflejo de la población general de EE. UU., apuntó Dumas.
Sin embargo, la tasa de obesidad o sobrepeso de los niños del estudio, de 39 por ciento, era más alta que la de los niños estadounidenses en general, de 33 por ciento, apuntó.
Los datos del estudio muestran la necesidad de los profesionales de salud de educar a los pacientes sobre los peligros del exceso de peso corporal, aseguró Lichtenstein, que también es directora y científica principal del Laboratorio de Nutrición Cardiovascular del Centro de Nutrición Humana e Investigación sobre el Envejecimiento Jean Mayer USDA de la Tufts.
Las escuelas deben enseñar economía doméstica "con un enfoque del siglo XXI ", señaló, para que los niños aprendan "a elegir y a proporcionar alimentos que conduzcan a un peso corporal saludable".
La investigación de Columbia se hace eco de los hallazgos de una encuesta de Harris Interactive/HealthDay de septiembre de 2010 que encontró que el 30 por ciento de las personas con sobrepeso pensaba que su peso era normal, mientras que el 70 por ciento de los que eran obesos creía que estaba simplemente pasado de peso. La mayoría creía que la falta de ejercicio, en lugar de los malos hábitos alimenticios, era la causa, encontró la encuesta.
La epidemia de obesidad no es sólo un problema de Estados Unidos. "Es un problema global en todo el mundo", apuntó el Dr. Robert Eckel, profesor de medicina en Anschutz Medical Campus de la Universidad de Colorado y ex presidente de la American Heart Association.
Su impacto en los niños es grave, apuntó Eckel.
"Un niño obeso se convertirá en un adulto obeso", señaló Eckel. "Los individuos, las escuelas, los profesionales de la salud, las iglesias y el gobierno tienen un papel para afrontar este gran problema de salud, apuntó.
Los expertos apuntaron que la información que se presenta en reuniones científicas no se somete al mismo tipo de escrutinio que los estudios que se publican en revistas médicas.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Robert Eckel, M.D., former American Heart Association president, professor of medicine at the University of Colorado Anschutz Medical Campus, Denver; Alice H. Lichtenstein, D.Sc., Gershoff Professor of Nutrition Science and Policy, Friedman School, director and senior scientist, Cardiovascular Nutrition Laboratory Jean Mayer USDA Human Nutrition Research Center on Aging, Tufts University, Boston; Nicole E. Dumas, M.D., resident, Columbia University School of Medicine, New York City
HealthDay

24 de marzo de 2011

Un estudio señala que dormir menos equivale a comer más


Los que durmieron cuatro horas consumieron unas trescientas calorías más por día que los que durmieron nueve
Randy Dotinga
Traducido del inglés: miércoles, 23 de marzo, 2011
Imagen de noticias HealthDay
Investigadores de la Universidad de Columbia descubrieron que los adultos privados de sueño comían unas trescientas calorías más por día en promedio que los que dormían lo suficiente. Y las calorías adicionales provenían sobre todo de grasa saturada, lo que puede poner a las cinturas en aprietos.
MIÉRCOLES, 23 de marzo (HealthDay News/HolaDoctor) -- Las personas de peso normal comen más si duermen menos, según encuentra un pequeño estudio reciente.
Las dietas de las mujeres parecían recibir el mayor impacto de la falta de sueño. Comían en promedio 329 calorías más por día si no descansaban bien, mientras que los hombres comían 263 calorías más en promedio.
Los investigadores llegaron a sus conclusiones tras seguir a trece hombres y trece mujeres de peso normal. Observaron los hábitos alimentarios de los participantes mientras pasaban seis días durmiendo cuatro horas por noche, y luego seis días durmiendo nueve horas por noche (o viceversa).
Se planifica presentar los hallazgos este miércoles en las sesiones científicas de la American Heart Association, en Atlanta.
"Si se sostienen, las opciones dietéticas realizadas por personas que duermen poco podría predisponerlas a la obesidad y a un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular", escribieron los investigadores en un comunicado de prensa de la American Heart Association.
Los expertos señalan que la investigación presentada en reuniones no ha sido sometida al mismo tipo de escrutinio riguroso dado a las que se publican en revistas médicas revisadas por colegas.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTE: American Heart Association, news release, March 23, 2011
HealthDay

23 de marzo de 2011

La fibra podría reducir el riesgo de problemas cardiacos de por vida


Un estudio encuentra que las probabilidades de enfermedad eran más bajas entre los que consumían la mayor cantidad de fibra
Randy Dotinga
Traducido del inglés: martes, 22 de marzo, 2011
Imagen de noticias HealthDay
Los hallazgos añaden a la investigación existente que relaciona las dietas ricas en fibras con índices más bajos de hipertensión, obesidad y colesterol alto.

MARTES, 22 de marzo (HealthDay News/HolaDoctor) -- Una nueva investigación sugiere que los adultos de mediana edad y más jóvenes que comen altas cantidades de fibra tienen menos probabilidades de sufrir de enfermedad cardiaca durante sus vidas.
Investigadores de la Universidad de Northwestern llegaron a la conclusión tras estudiar los resultados de una encuesta de 2003 a 2008 en que participaron 11,079 personas, todas a partir de los veinte años de edad, y con una edad promedio de 46 años. Alrededor de la mitad eran mujeres, 22 por ciento eran negros, y 27 por ciento eran estadounidenses de origen mexicano.
Los investigadores dividieron a los participantes del estudio en cuatro grupos según la cantidad de fibra que comían al día, y luego predijeron su riesgo de por vida de enfermedad cardiaca según factores como la presión arterial y si fumaban o no.
En las personas de 20 a 39 años además de las de 40 a 59, las que consumían la mayor cantidad de fibra tenían un riesgo significativamente más bajo de enfermedad cardiovascular que las que consumían la menor cantidad de fibra, encontró el estudio.
Los hallazgos debían ser presentados el martes en Atlanta en una sesión científica de la American Heart Association sobre nutrición, actividad física, metabolismo, y epidemiología y prevención de la enfermedad cardiovascular. Las investigaciones presentadas en reuniones deben ser consideradas preliminares hasta que hayan sido sometidas al riguroso escrutinio requerido para la publicación en revistas médicas revisadas por pares.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTE: American Heart Association, news release, March 22, 2011
HealthDay

21 de marzo de 2011

Para bajar de peso y mantenerse, sólo hay que consumir los mejores alimentos


Para bajar de peso y mantenerse, sólo hay que consumir los mejores alimentos

Científicos de Dinamarca buscaron una dieta para combatir el sobrepeso. Hicieron un estudio y publicaron los resultados en el prestigioso New England Journal of Medicine. Participaron 772 familias (tanto los padres como los hijos), a quienes les asignaron cinco planes alimentarios diferentes.

Al comparar los resultados, vieron que una dieta “perfecta” tendría:
Muchas proteínas + pocas grasas + algo de hidratos de carbono

Según los autores del estudio, quienes siguieron esta dieta no tuvieron que contar calorías y pudieron comer hasta sentirse llenos, sin engordar.
Es más: perdieron en promedio 11 kilos y no recuperaron más de medio kilo. Y los resultados fueron aún más notorios entre los niños: la tasa de chicos con sobrepeso cayó de 46% a 15%.

Sus claves:

* La carne (vacuna, pollo, pescado) debe ser baja en grasa.
* Incorporar huevos, legumbres, nueces y almendras.
* Los lácteos deben ser descremados.
* Sí a las frutas como las manzanas, naranjas, peras y frutos rojos. Según los científicos, se podrían comer de forma ilimitada, sin engordar.
* Con otras frutas hay que tener cuidado, porque disparan la glucosa. Son las bananas, las uvas, el ananá, el kiwi y el melón.
* Las verduras y hortalizas estarían todas permitidas, salvo el choclo y la remolacha. La zanahoria se debe comer cruda.
* Las pastas, el pan y el arroz tienen que ser integrales.

Conclusión: según los investigadores, la mejor fórmula para adelgazar y mantenerse en peso es una nutrición rica en proteínas y con bajo índice glucémico.


Fuente: informe21.com

Dejar de Fumar definitivamente